martes, 31 de julio de 2007


Nuestra vida transcurre entre líneas.
La primera imagen que me viene
son las líneas que forman las cuerdas
por las que camina un equilibrista.
De esa manera damos nuestros pasos,
buscando siempre el equilibrio
entre lo que pensamos,
lo que sentimos,
lo que hacemos
y lo que nos dejan hacer.
Nunca coinciden todas las premisas,
así que, como el equilibrista,
nos tenemos que ayudar
de algo que nos de estabilidad.
No siempre lo encontramos.
No siempre lo conseguimos.
Este lugar es un reflejo de ello.