amanecio hoy colgada en mi ventana
y me conto de ti en forma de raices
de un cuento que nunca pudo narrarse,
y mi amor abrio de par en par, la Luna
en tu Rostro, que veo cada noche
en mi almohada
vagabundeando me hablo, por la ciudad
de tu Risa, perdida
Sin nadie a quien preguntarle, si te ha visto
con el firmamento como techo, te encontraré
quiero en tu cama, morir cada noche
en el puerto de tu Ombligo,
y no dejar que nunca más, que nunca más
