sábado, 8 de septiembre de 2007

Casida de la mujer tendida


Verte desnuda es recordar la Tierra. La Tierra lisa, limpia de caballos. La Tierra sin un junco, forma pura cerrada al porvenir: confín de plata.

Verte desnuda es comprender el ansia de la lluvia que busca débil talle o la fiebre del mar de inmenso rostro sin encontrar la luz de su mejilla.

La sangre sonará por las alcobas y vendrá con espada fulgurante, pero tú no sabrás dónde se ocultan el corazón de sapo o la violeta.

Tu vientre es una lucha de raíces,
tus labios son un alba sin contorno,
bajo las rosas tibias de la cama
los muertos gimen esperando turno.
Federico Garcia Lorca